Penjamo - Cintruénigo

Espacio amplio; cuando fui, solo estábamos nosotros y otra mesa jugando a las cartas. Me pareció un poco descuidado. Hay una barra larga para tomar algo. Por otro lado, el chico que nos atendió nos dejó estar tranquilos durante 30 minutos más. Supongo que durante el fin de semana se llena más.

Prácticamente sin medidas de control adecuadas a la situación actual (excepto el control de acceso por la parte trasera): personas fumando dentro, menores de edad en horarios inapropiados, nadie con mascarilla, la puerta de salida a la calle estaba cerrada con llave y sólo la abrieron tras reclamarlo a los camareros. Con la cantidad de gente que había, en caso de necesidad de evacuación o emergencia, era una auténtica trampa mortal. Sin embargo, esto no es exclusivo de este bar, sino de prácticamente todos los de Cintruénigo, en lo que respecta al control de aforos, medidas de seguridad para trabajadores y clientes, cumplimiento de la Ley del Tabaco, etc.

No es un bar. Es una esquina que muestra un MURAL MARAVILLOSO... ¡¡Si hay un bar... es invisible...!!

"He estado allí antes, y si aún no has ido, ya estás perdiendo tiempo. Te atienden muy bien y hay un buen ambiente los fines de semana y festivos."

40 grados dentro del local, madre mía