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Restaurant bewertenCasa de comidas sin grandes alardes, pero en la cual se come bien y utilizan buena materia prima. Aunque la especialidad sean sus carnes... Si puedo decir q al que le guste el pescado va a disfrutar degustandolo, fresco autóctono y sin disfraz (plancha o brasa) Fuimos dos o tres veces y la verdad es q satisfechos por lo tanto no es casualidad. Le pongo un 4 x una sencilla razón un lugar económico tp es aunque la calidad insisto es buena.... Comida, bodega y postre te viene saliendo una comida en 60 x barba...
Local amplio, cómodo, aunque con un ambiente un poco frio . El personal es muy atento y amable. La carta es amplia, tienen bastante variedad de carnes y disponen de algún pescado también. De entrante pedimos pulpo, y la verdad es que estaba intragable de lo duro que estaba. Se lo reclamamos al personal, y nos trajeron otra ración. Estaba un poquito mas blando, pero aún seguía estando demasiado duro. Supongo que los tienen preparados para terminarlos a la brasa. Otro plato fueron langostinos con beicon. Estaban bien. La parrillada de carne era muy grande. La calidad de las carnes era buena (que no es lo habitual cuando ponen un poco de todo). Estaba todo en su justo punto, y tenía una variedad notable. El precio es correcto.
Grata sorpresa, nos lo recomendaron y no defraudó para nada. Aunque se ve q su especialidad deben de ser las carnes viendo q era lo más consumido aún así optamos por un fantástico calamar de entrante una de bacalao a la brasa y un rape a la plancha... Todo fresco, buena materia prima y cantidades razonables a un precio ajustado... La dueña q quien nos debió de atender súper atenta y buena profesional.
Menú para dos personas. De primero una ración de pulpo. Para 17€ es escasa, Por ese precio en otros sitios te dan el doble. La calidad del cocinado, regular. Trozos duros y demasiada agua en el aceite. De segundo se han pedido una ración de churrasco de cerdo y media de ternera. Me gustó el corte de la carne. El inconveniente es que si te traen 4 trozos de cerdo, nos trajeron uno de ternera, y al mismo precio, de ternera, deberían haber sido servidos, dos trozos. La ensalada, tirando de normal a escasa disfrazada de buen gusto en la fuente o cuenco mejor dicho. No pedimos patatas fritas pero las trajeron encima de la carne por lo que nos resultó incómodo la reclamación. E l servicio muy amable.. No soy amigo del tiramisú, pero aquí se sale.. Los servicios muy limpios (por lo menos los de hombres que suelen ser los peores). Volvería a por el postre y el café, pero no a comer.
De la carne, casi no se puede hablar mal. Buena materia prima y la preparación también es de aprobado. Hablo del chuleton de vaca rubia gallega De entrante pedí pulpo a la gallega y la verdad es un plato que no recomendaría en este restaurante. La verdad sea dicha, un “asador” o este tipo de restaurantes, no es que sean especialistas en este tipo de platos. Estaba mas duro de lo que yo entiendo como pulpo bien cocido y tanto en pimentón picante como en sal “se les fue la mano”. Sin embargo, mi descontento no es ni con el pulpo ni con la carne ya que incluso con los detalles que he comentado, seguiría siendo un asador 5 estrellas. Mi descontento es con el trato al cliente por parte de una de las camareras, la cual aun habla peor del local ya que parecía ser la dueña/jefa el resto del personal no tiene queja alguna . Para ponerse en situación, yo soy un chico de 18 años que fui a cenar con un grupo de 8 amigos, como es normal por la situación actual del covid-19, pedimos que nos pusieran en dos mesas para cumplir con los protocolos sanitarios pertinentes. Cuando la camarera volvió del comedor de prepararnos las mesas, nos avisó dando unas palmadas de forma bastante grosera para que apurásemos a entrar no había gente esperando detrás nuestra, lo que justificaría las prisas. Los modales en cualquier caso son injustificables una vez nos estaba atendiendo, se hizo un lio con las comandas por, según balbuceó nuestra incorrecta forma de pedir ni en los mejores asadores del mundo, que en alguno de ellos he estado, he visto que un camarero se quejase de la forma de pedir de un cliente . Durante el resto de la noche, las miradas de la susodicha a nuestras mesas siempre fueron bastante incómodas y de una forma “menospreciante”. Básicamente, nos trató como si por el hecho de ser un grupo de “chavales” adolescentes no pudiésemos tener cabida en un restaurante de este “calibre” aunque no deje de ser un intento de asador den un pueblito .