Bewertungen
Restaurant bewertenI'm very dissapointed with MF. We went there on February 20 and ordered chicken, keviche, drinks. The chicken quite inconspicuous, boring and expensive, 2x its price in other restaurants. Ceviche good, but too small. The worst part is that they accused me twice as much. It saw the same happened to some other customers. After complaining, calling and going back there, and they asked for a refund the bank account I sent three times with NO response. No one answers the mail or the phone, not even the administrative contact. Remember to complain to authorities. You have to refund us and apologize. Very bad experience. Avoud.
Simply amazing. The kitchen is next level. Simple ingredients that explode. This place would be a $200+ meal in NYC. Acá en Bogota es barata and f-ing amazing.
Me encanta ir por primera vez a un restaurante y sentir que todo estuvo alineado. Mesa Franca está en una casona vieja de Chacinero Alto, su decoración es muy sencilla, nada rebuscada, sin embargo el techo alto, la cocina a la vista y el espacio recogido logran que el lugar se siente muy acogedor. La música es excelente, muy local, con predomino de la Salsa, que para mi gusta particular le dan un aire local y auténtico. El servicio rápido y los meseros muy amables (otro lugar en Bogotá en donde me encuentro un mesero extranjero, esta vez polaco, al parecer está aquí por amor a una colombiana). Y lo más importante, la calidad de la comida. Probamos varios platos y todos nos parecieron sabrosos, originales, bien presentados. De entrada probamos las croquetas de yuca, las sirven con suero costeño y un ají de panela, agridulce y novedoso. El encocado de camarones es sobresaliente. Esta sopa típica del pacífico colombiano tiene un toque diferencial, la sirven con arroz soplado y ese toque crocante remojado en el caldo de leche de coco con mariscos es notable. Recomiendo este lugar y espero poder volver pronto.
Visitamos mesa franca para el almuerzo, las empanadas están bien, un jugo de fresa 10,000 pesos? Carísimo. El pollo al horno no tiene nada especial, venía un poco crudo, en plan que se ven los huesos rojos, pedimos alioli y nunca llegó. La casa es linda, el servicio bueno y la comida normal. El picante que pasan paras empanadas es lo que más me gustó.
Un bonito lugar que seguro que crecerá si pule sus puntos de mejora.Atención espléndida, tanto en la entrada como en la explicación de la carta y el servicio de los platos, que fueron a un ritmo adecuado.Bueno el queso norteño con la melaza, con su característica textura chicle que permite reforzar las mandíbulas.Detalles que propongo se revisen:- Cocina. Los platos tienen muchas elaboraciones dentro, con lo que se aplaude el esfuerzo en cocina. Sin embargo menos es más; concentrarse en lo esencial y eliminar aquellos elementos en el plato que no se hablan con el resto, que no aportan. El pulpo es un buen ejemplo: lastima de producto de primera categoría, que llega poco ahumado (y poca cantidad) y acompañado de encurtidos que desvían la atención.- Carta. El costo de los platos especiales debería estar indicado en la misma, no tanto por si el cliente tiene capacidad para pagarlo (todo el que entra en Mesa Franca sabe dónde se ha dirigido) sino para conocer las consecuencias de una selección. - Cierre. Encontrar trucos para evitar que clientes ansiosos por cenar echen a los clientes que sale de sus puestos, pues es un gesto que ni el más sencillo de los restaurante puede permitirse.En resumen, bonito lugar con buen ambiente, buena música, con luces y algunas sombras. Espero volver en un tiempo y cambiar esta crítica.